Una estación creada para ofrecer la máxima seguridad: unas pistas dibujadas en un único sentido y con una sola vertiente donde se encuentra la cuota de esquí más alta de los Pirineos, a 2.751 metros, unos espacios bien delimitados y una variada oferta de actividades.
Enclavada en el valle de Boí, se localiza bajo el pico de Cerbi. Fue inaugurada en el año 1.990. La gran mayoría de sus pistas poseen orientación norte lo que si bien hace en parte adversas las condiciones climatológicas, facilita la conservación de la nieve durante toda la temporada. La posibilidad de realizar numerosos descensos fuera de pista la convierten en una estación ideal para los snow boarders.